El programa se llama Respiro por una razón – para mí, fue realmente como una bocanada de aire fresco, una oportunidad para aliviarme y olvidar la situación sofocante en Rusia. Fue muy importante para mí conocer a mis confrères franceses, informarles sobre la situación de los derechos de los abogados en Rusia y escuchar sus palabras de apoyo. También tuve la oportunidad de conectarme con defensores de los derechos humanos franceses y ver a mis colegas rusos que tuvieron que emigrar a Francia. También estoy agradecido por el curso sobre seguridad informática. Aunque los tomo regularmente, aprendí bastantes técnicas nuevas.
Desafortunadamente, con la actual represión en Rusia, los abogados de derechos humanos tienen mucho trabajo que hacer, y no puedo dejar a mis clientes sin apoyo por mucho tiempo. Por lo tanto, 15 días es el máximo que puedo estar ausente del país. No obstante, fueron dos semanas maravillosas en mi querida París, y extiendo muchos agradecimientos al Colegio de Abogados de París por este respiro tan necesario.